Que a todos y todas nos gusta viajar no es ningún secreto. Conocer nuevos destinos, desconectar de la rutina y aprender sobre nuevas costumbres y culturas son sólo algunos de los muchos beneficios de irnos de vacaciones.
Una industria, la turística, que en las últimas décadas está en el punto de mira de muchos ciudadanos y ciudadanas, que ven cómo sus ciudades son convertidas en parques temáticos del turismo.
El término gentrificación apenas era conocido hace diez años y sin embargo hoy está en boca de todos. Los cascos históricos se han llenado de empresas multinacionales y asistimos a una progresiva pérdida de esencia de cada uno de los pueblos, en pro de una imagen homogénea y capitalista.
Por fortuna, no todo está perdido. Durante los últimos años se han recrudecido las protestas de habitantes de un gran número de países, cansados de ver cómo se les expulsa de la ciudad donde nacieron y cómo sus pequeños negocios y sus productos artesanales son sustituidos por franquicias.
Esto ocurre en países tan ricos y bellos como Colombia que se caracteriza por su diversidad étnica, su cordialidad y su amabilidad con los foráneos. Tienen además una actitud optimista y la resiliencia es una cualidad que conocen bien.
Para descubrir la Colombia real hay que hacerlo de verdad. Atreverse con unos pasos de cumbia, salsa o vallenato, degustar una bandeja paisa o un saconcho y conocer la profunda cultura familiar que rige los hogares y que es la excusa de múltiples fiestas y eventos.
¿Cómo podemos por tanto contribuir a que nuestro viaje a Colombia sea más ético, rico y aporte a las comunidades locales?
La respuesta está en el turismo sostenible. En viajar con conciencia, con un interés genuino en los territorios y la cultura del país que se visita y sabiendo que pequeñas elecciones, como comprar tu souvenir en una firma internacional en lugar de en una pequeña tienda de barrio, no hace más que agrandar el problema.
Y todo suma. Desde dónde decides alojarte hasta decantarte por una tasca local a la hora de comer.
En este articulo vamos a darte algunas pautas que puedes llevar a cabo para frenar el avance de un turismo sin alma que nos perjudica a todos y todas.
En la medida de lo posible reduce tu huella de carbono. Visita territorios próximos y las maravillas que, seguro, tienes bien cerca.
Scroll al inicio
Abrir chat
¿Necesitas ayuda?
¡Chatea con nosotros!
Hola, 👋 ¿En que podemos ayudarte?
Usamos cookies para asegurar que te damos la mejor experiencia en nuestra web. Si continúas usando este sitio, asumiremos que estás de acuerdo con ello.AceptarPolítica de cookies